
Cuando llega el momento de renovar el sofá, siempre nos surgen las mismas dudas. Es probable que tengas claras algunas cuestiones como sus medidas, si lo prefieres duro o blando o de qué color quieres la tapicería. Pero aun así, hay otros aspectos, como el tipo de armazón, la ergonomía o la forma, que también son cruciales valorar a la hora de elegir un sofá.
En este artículo, encontrarás una serie de consejos que seguro te ayudarán a escoger un sofá nuevo. Tómatelo con calma y no dejes que el precio sea lo único que te condicione, pues también existen sofás baratos cómodos y de calidad. Foto: Kam Idris en Unsplash.

Toma medidas
Uno de los primeros aspectos a valorar es que el sofá que te guste tenga un tamaño proporcional a las dimensiones de tu salón. Estudia bien dónde vas a ubicarlo, ya que el tamaño del sofá va a depender siempre del espacio del que disponemos. Es fundamental que no sea demasiado grande, porque sería un armatoste, pero tampoco pequeño o se vería perdido en el espacio.
¿Sabes cómo puedes calcularlo? Haz una plantilla con papel de periódico del modelo que te gusta y colócala en el suelo, en el lugar que ocupará el sofá, para ver cómo quedaría. Y por cierto, ten en cuenta también las medidas de la mesa de centro y de las mesas auxiliares. El objetivo es lograr un ambiente cómodo y desahogado. Foto: Trend en Unsplash.

Busca un modelo ergonómico
El sofá que compres tiene que ser, ante todo, cómodo. Cuando vayas a la tienda, siéntate en distintos modelos, prueba diferentes posiciones y toca sus tapicerías para comprobar si son o no son agradables al tacto. Según los expertos, las caderas no deben quedar más hundidas que las rodillas y el brazo ha de apoyarse cómodamente en el reposabrazos, que tendrá que estar a la altura del codo, nunca más abajo. Foto: Spacejoy en Unsplash.

Que sea resistente y de calidad
Una estructura de buena calidad es vital para que tu sofá dure más tiempo. Es su esqueleto, el armazón que le da estabilidad, robustez y durabilidad. Lo más habitual es que la estructura de un sofá sea de madera o de metal. Ambos materiales son resistentes, aunque la mejor estructura es la de madera maciza.
También es importante que tengas en cuenta de qué calidad son las espumas y rellenos. El mejor relleno dependerá de tu gusto y del presupuesto del que dispongas, si bien es cierto la espuma, por su buena relación calidad-precio, se ha convertido en la opción más habitual. Foto: Spacejoy en Unsplash.

¿Cómo lo quieres?
¿Has pensado qué forma quieres que tenga tu sofá? ¿Si quieres un modelo en línea de dos o tres plazas, un sofá esquinero, con chaise longue, de formas orgánicas…? Y no solo la forma, el diseño del sofá también importa, pero hasta cierto punto. Lo suyo es que el sofá encaje con los colores y el estilo decorativo de tu salón es primordial, pero también con el uso que vas a darle: si tienes pensado darle mucho trote, tumbarte o apoyarte en sus reposabrazos, si quieres un asiento para una zona de tertulia o para poner en frente de la tele…
Valora también si necesitas que, además, sea cama, si quieres que incluya mecanismos de relax o que sus asientos sean abatibles. Son funciones que, aunque elevarán el precio del sofá, merecen la pena siempre que se les saque partido. Foto: Spacejoy en Unsplash.